domingo, 30 de septiembre de 2012

La esposa sorda


Un tipo llama al médico de cabecera de la familia:


—Ricardo, soy yo: Julián.


—Ah, ¿qué dices, Julián?


—Mira, te llamo preocupado por María.


—Pero, ¿qué pasa?


—Se está quedando sorda.


—¿Cómo que se está quedando sorda?


—Y si, viejo, necesito que la vengas a ver.


—Bueno, la sordera en general no es una cosa repentina ni aguda, así que el lunes tráemela al consultorio y la reviso.


—Pero, ¿te parece esperar hasta el lunes?


—¿Cómo te diste cuenta de que no oye?


—Y... porque la llamo y no contesta.


—Mira, puede ser una pavadita como un tapón en la oreja. A ver, hagamos una cosa: vamos a detectar el nivel de la sordera de María: ¿dónde estás tú?


—En el dormitorio.


—Y ella ¿dónde está?


—En la cocina.


—Bueno, llámala desde ahí.


—MARIAAA... No, no escucha.


—Bueno, acércate a la puerta del dormitorio y grítale por el pasillo.


—MARIIIAAA... No, viejo, no hay caso.


—Espera, no te desesperes. Toma el teléfono inalámbrico y acércate por el pasillo llamándola para ver cuándo te escucha.


—MARIAA, MARIIAAA, MARIIIAAAA... No hay caso, doctor.


Estoy parado en la puerta de la cocina y la veo, está de espaldas lavando los platos, pero no me escucha. MARIIIAAA... No hay caso.


—Acércate más.


El tipo entra en la cocina, se acerca a María, le pone una mano en el hombro y le grita en la oreja: ¡MARIIIAAAA!.La esposa furiosa se da vuelta y le dice:


—¿Qué quieres? ¡¿QUE QUIERES, QUE QUIEREEEES?!, ya me llamaste como diez veces y diez veces te contesté ¿QUÉ QUIERES?... Tú cada día estás más sordo, no sé por qué no consultas al médico de una vez.


Esto es la proyección,

cada vez que vemos algo que nos molesta en otra persona,

sería bueno recordar que eso que vemos,

por lo menos (¡por lo menos!) también es mío.

Jorge Bucay.


sábado, 29 de septiembre de 2012

Dejarse absorver



Un arroyo, desde su nacimiento en las lejanas montañas, después de atravesar todo tipo de paisajes, alcanzó por fin las arenas del desierto. Igual que había cruzado todas las demás barreras, el arroyo trató también de cruzar esta, pero se encontró que en cuanto se adentraba en la arena, sus aguas desaparecían.

Sin embargo, estaba convencido de que su destino era cruzar ese desierto, y de que a la vez no había manera de cruzarlo. Entonces una voz oculta, que salía del mismo desierto, le susurró:

“El viento cruza el desierto, e igualmente puede hacerlo el arroyo”.

El arroyo objetó que estaba arremetiendo contra la arena, pero que sólo estaba siendo absorbido; que el viento podía volar y que gracias a esto podía atravesar el desierto.

- “Arremetiendo de tu manera habitual no podrás atravesarlo. Desaparecerás o te convertirás en una marisma. Debes dejar que el viento te lleve a tu destino.”

- “¿Pero cómo puede esto suceder?”.

- “Dejando que el viento te absorba”.

Esta idea no era aceptable para el arroyo. Después de todo, nunca antes había sido absorbido. No quería perder su individualidad, y una vez que la hubiese perdido, ¿cómo iba a saber que podría volver a recuperarla?

- “El viento”, dijo la arena, “cumple esa función. Evapora el agua, la transporta a través del desierto, y después la vuelve a dejar caer. Al caer en forma de lluvia, el agua se vuelve a convertir en un río”.

- “¿Cómo puedo saber que esto es verdad?”

- “Así es, y si no me crees, no podrás convertirte más que en un cenagal, e incluso eso te costará muchos, muchos años; e indudablemente no es lo mismo que un arroyo”.

- “¿Pero, no puedo seguir siendo el mismo arroyo que soy hoy?”

- “No puedes seguir así en ningún de los casos”, dijo el susurro. “Tu parte esencial es transportada y vuelve a formar un arroyo. Tú recibes el nombre que tienes, incluso hoy, porque no sabes qué parte de tí es la esencial.”

Cuando el arroyo escucho esto, comenzó a resonar un cierto eco en sus pensamientos. Débilmente, recordó un estado en el cual él - ¿o era una parte de él? - había sido sostenido en los brazos del viento. También recordó - ¿lo recordó? - que esto era lo que realmente había que hacer, aunque no necesariamente lo más obvio.

Y el arroyo hizo ascender su vapor hacia los acogedores brazos del viento, que suavemente y con facilidad le llevaron hacia arriba y a lo lejos, dejándole caer suavemente en cuanto alcanzó la cima de la montaña, muchos, muchos kilómetros más allá.

Y como había abrigado sus dudas, el arroyo fue capaz de recordar y grabar con más fuerza en su mente los detalles de la experiencia.

Él reflexionó.

- “Sí, ahora he conocido mi verdadera identidad”.

El arroyo estaba aprendiendo. Pero las arenas susurraron:
- “Nosotras lo sabemos, porque lo vemos suceder un día tras otro y porque nosotras, las arenas, nos extendemos desde la orilla del río por todo el camino hasta la montaña”.

Y por eso se dice que el camino por el que el arroyo de la vida tiene que continuar su viaje, está escrito en las arenas.


Osho


viernes, 28 de septiembre de 2012

Tu eres el resultado de ti mismo



No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, todo dependerá de ti; no te amargues con tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si, tú has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo. Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tu mismo eres tu destino.

Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de la vida. Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete y triunfarás en la vida.

Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.



Pablo Neruda.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Complementariedad



Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡hacía demasiado ruido!, y, además, se pasaba el tiempo golpeando, el martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo, ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija, hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás, y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo, utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo; finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un fino mueble

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación, fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades, eso es lo que nos hace valiosos, así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.

¿Conoces tus fortalezas, ves las de los demás?


miércoles, 26 de septiembre de 2012

La confianza




Había una vez un rey, que veía como que se acercaba el día de su muerte y su reino seria traspasado a su hijo.

El rey hacía tiempo que intentaba transmitirle una importante lección, ésta había sido clave en los momentos más difíciles, permitiéndole reinar con firmeza y conseguir la paz y la armonía del reino. Pero por alguna razón el joven príncipe no acababa de entender lo que su padre le decía.

Sí, padre comprendo que para ti es muy importante el equilibrio, pero creo que es más importante la astucia y el poder.

Un día al rey se le ocurrió una idea para transmitirle esa lección a su hijo y convoco un concurso de pintura por todo su reino.

Convoco un concurso de pintura. Quiero que llegue a todos los rincones del reino, que se dará un gran premio a la mejor pintura que represente la serenidad y el equilibrio, dijo en su corte.

Debéis acoger todas las obras que lleguen, por extrañas o feas que os parezcan, les dijo a los encargados de recoger las obras.

Acudieron maravillosas obras de todos los lugares del reino, había obras bellísimas que mostraban mares en calma, cielos azules, paisajes tranquilos y serenos que transmitían calma y paz.

Llegó el día en que el rey tenía que proclamar el vencedor y acompañado de su hijos y grupo de nobles, se dirigió al salón donde estaban expuestos. A medida que el rey iba mirando las obras su decepción se reflejaba en el rostro.

Majestad, ¿es que no os satisface ninguna de estas obras?, pregunto un noble.

Sí, si son muy hermosas, de eso no cabe duda, pero hay algo que a todas les falta.

De pronto el rey se fijo en un cuadro que estaba en un rincón.

¿Qué ha ce ese cuadro apartado?

Majestad ese cuadro ha debido pintarlo un demente, siguiendo vuestras ordenes, lo aceptamos, pero evidentemente no refleja lo que vos pedíais.

El rey se acerco al cuadro, lo alzo, lo miro atentamente y dijo.

Este es el cuadro ganador.

Los nobles se miraron y le dijeron al rey:

Majestad, ¿Qué veis en ese cuadro para declararlo ganador? Es un cuadro pintado en tonos oscuros, con poca luz, el mar está revuelto por la tempestad y hay enormes olas que golpean con violencia las rocas del acantilado. El cielo está totalmente cubierto de nubarrones. No refleja serenidad y equilibrio como vos pedisteis. Dijo el príncipe.

Es que no lo habéis visto bien. Acercaros más y mirar con atención.

El joven príncipe y los nobles se acercaron y el rey les señalo entre las rocas un pequeño nido, allí había un pájaro recién nacido y su madre dándole de comer, totalmente ajenos a la tormenta que les rodeaba.

Esa es la lección que quiero que aprendas, le dijo al príncipe. La serenidad no surge de vivir en las circunstancias ideales, como en los otros cuadros. La serenidad es la capacidad de mantener centrada tu atención en aquello que es prioritario, en medio de la dificultad.



¿Y tú sabes cómo mantener tu atención, en los momentos de tempestad?

martes, 25 de septiembre de 2012

La Princesa que murió y dejó su encargo.




La historia que tiene más de un siglo, cuenta que una princesa agonizaba. En su lecho de muerte, pidió que su tumba fuese cubierta con una gran piedra de granito y que alrededor hubiese otras piedras sellando la lápida.

También dio órdenes de afianzar las piedras con abrazaderas de hierro. A pedido, suyo, la lápida llevaría escrito: “Esta tumba, comprada para toda la eternidad, jamás deberá abrirse”.Aparentemente, durante el entierro se metió en la tumba una bellotita. Al tiempo empezó a asomarse un brotecito en medio de las piedras. La bellota había podido absorber suficiente alimento como para crecer.

Después de varios años de crecimiento, un robusto roble se levantaba entre las abrazaderas de hierro. El hierro no pudo con el roble y sus raíces lo rompieron, dejando al descubierto la tumba que nunca debía abrirse. La nueva vida se abrió camino desde el lecho de muerte con una semillita.

Todos los días tenemos infinidad de oportunidades para aprovechar un nuevo comienzo.

Generalmente, los nuevos comienzos se inician cuando alguna otra cosa termina. Cuando dejamos que el pecado muera en nuestro corazón, encontramos nueva vida en Cristo.

Tal vez no haya sido accidental que el robusto roble, que es uno de los árboles más altos y fuertes del mundo, se inicie a partir de una pequeña semillita.


Pero otra parte cayó en buena tierra, 
y dio fruto, pues brotó y creció, 
y produjo a treinta a sesenta, 
y a ciento por uno.

Marcos 4:8


lunes, 24 de septiembre de 2012

Diógenes



Estaba el filósofo Diógenes cenando lentejas cuando le vio el filósofo Aristipo, que vivía confortablemente a base de adular al rey.

Y le dijo Aristipo: "Si aprendieras a ser sumiso al rey, 
no tendrías que comer esa basura de lentejas".

A lo que replicó Diógenes: 

"Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, 
no tendrías que adular al rey".


domingo, 23 de septiembre de 2012

Felicidad



Decía un anciano que sólo se había quejado una vez en toda su vida. 

Cuando iba con los pies descalzos y no tenía dinero para comprar zapatos.

Entonces vio a un hombre feliz que no tenía pies.

Y nunca volvió a quejarse.

sábado, 22 de septiembre de 2012

El poder del miedo



La Peste se dirigía a Damasco y pasó velozmente junto a la tienda del jefe de una caravana en el desierto.-

“¿Adónde vas con tanta prisa?” Le preguntó el jefe.

-“A Damasco. Pienso cobrarme un millar de vidas.”

De regreso de Damasco, la Peste pasó de nuevo junto a la caravana. 

Entonces le dijo el jefe: -“¡Ya sé que te has cobrado 50.000 vidas, 
no el millar que habías dicho!.”

-“No,” le respondió la Peste. -“Yo sólo me he cobrado mil vidas. 

El resto se las ha llevado el Miedo.”


jueves, 20 de septiembre de 2012

Proyecciones



“Perdone, señor”, dijo el tímido estudiante, “pero no he sido capaz de descifrar lo que me escribió usted al margen 
en mi último examen....”

-“Le decía que escriba usted de un modo más legible”, le replicó el profesor.


-La mayoría de las veces, 
los defectos que vemos en los demás 
son nuestros propios defectos.


El mismo pago



 
El juez que además de resolver el caso , quiso dar una lección a un aprovechado . 
 
Dos hombres se presentaron ante un juez de la localidad a fin de dirimir su caso .
 _ Señoría _ dijo el primero _. vengo a demandar a este individuo porque ha vendido toda la leña que ha cortado y no quiere darme mi parte. 
 
_ Si ha sido él quien ha cortado la leña, ¿ qué es lo que has hecho tú ? _ preguntó el juez . 
 
 _ Yo lo he estimulado dándole gritos de aliento y ánimo constantemente . Eso ha permitido que cortara más leña de la habitual y que le pagaran una cantidad superior a la que normalmente recibe . 
 
 El magistrado se quedó pensando unos instantes y ordenó :
 
_ Lo que reclama este hombre es justo . Leñador , dame la bolsa que has recibido y entregaremos a este hombre lo que le corresponde . 
 
El leñador se quedó compungido ante lo que consideraba una injusticia , sin embargo el otro sonreía satisfecho . El juez cogió la bolsa del leñador y la movió ante la cara del hombre haciendo que sonaran las monedas diciendo .
 
Este es tu pago : ya tienes el sonido del dinero .
 
MORALEJA : ....... A todos los que tienen fácil verborrea  para animar y aconsejar que arrimen el hombro a trabajar si quieren ganar .

miércoles, 19 de septiembre de 2012



Un ex-convicto de un campo de concentración nazi fue a visitar a un amigo que había compartido con él 
tan penosa experiencia.

”¿Has olvidado ya a los nazis?” le preguntó a su amigo.

“Si”, dijo este. 

”Pues yo no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma.”

Su amigo le dijo apaciblemente:

”Entonces, aún siguen teniéndote prisionero.”

Nuestros enemigos no son los que nos odian, 
sino aquellos a quienes nosotros odiamos. 

martes, 18 de septiembre de 2012

Nuestros muros



Un oso recorría constantemente, arriba y abajo, los seis metros de largo de la jaula. 

Cuando, al cabo de cinco años, quitaron la jaula, el oso siguió recorriendo arriba y abajo 
los mismos seis metros, como si aún estuviera en la jaula.

-“Los muros que nos aprisionan son mentales, no reales”.


lunes, 17 de septiembre de 2012

Fabricantes de etiquetas



En cierta ocasión mostró Buda una flor a sus discípulos y les pidió que dijeran algo acerca de ella.

Ellos estuvieron un rato contemplándola en silencio.

Uno pronunció una conferencia filosófica sobre la flor. Otro creó un poema. Otro ideó una parábola. Todos tratando de quedar por encima de los demás.

Mahakashyapa miró la flor, sonrió y no dijo nada. Sólo él la había visto.


domingo, 16 de septiembre de 2012

El Ahora




Un guerrero japonés fue capturado por sus enemigos y encarcelado. Aquella noche no podía dormir, porque sabía que al día siguiente iba a ser interrogado, torturado y ejecutado. Entonces surgieron en su mente las palabras de su maestro Zen: "El mañana no es real. Es una ilusión. La única realidad es el Ahora. El verdadero sufrimiento es vivir ignorando este Dharma (enseñanza)". 

En medio de su terror, súbitamente comprendió el sentido de estas palabras, se sintió en paz y durmió tranquilamente.



sábado, 15 de septiembre de 2012

Halagos e insultos



Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente.

Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística.

El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:

-Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.

El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.

-¿Qué te respondieron los muertos, preguntó el maestro.

-Nada dijeron.

-En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.

El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:

-¿Qué te han respondido los muertos?

-De nuevo nada dijeron, repuso el discípulo.

Y el maestro concluyó:

-Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.

*El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Verdadera riqueza




Un hombre muy rico le pidió a Sengai que le escribiese algo para la continuidad de la prosperidad de su familia, de manera que ésta pudiese mantener su fortuna de generación en generación. 

Sengai tomó una larga hoja de papel de arroz y escribió: "El padre muere, el hijo muere, el nieto muere". 

El hombre rico se indignó y ofendió: "¡Yo le pedí que escribiese algo para la felicidad de mi familia! ¿Por qué realizó una broma de este tipo?". 

Sengai explicó tranquilamente: "No pretendí hacer bromas. Sí antes de su muerte su hijo muriera, esto lo heriría inmensamente. Sí su nieto se fuera antes que su hijo, tanto usted como él estarían destruidos. Pero si su familia, de generación en generación, muere en el orden que le describí, ése sería el curso más natural de la vida. Yo llamo a eso verdadera riqueza".


jueves, 13 de septiembre de 2012

Ni más ni menos



Existía un hombre muy rico que a pesar de tener mucho dinero tenía una naturaleza mezquina. No soportaba el hecho de gastar ni siquiera un centavo de su dinero.

Un hermoso día, el Maestro Ch`an (Zen) Mo (silencioso) Hsin (divino) fue a visitarlo.

-El monje dijo: “Suponga que mi puño estuviera cerrado así para siempre, desde el nacimiento hasta la muerte, sin cambio; ¿cómo llamaría a esto?...”

-“Una anormalidad (deformación).”

-“Suponga que esta mano estuviera abierta así para siempre, desde el nacimiento hasta la muerte, sin cambio; ¿cómo llamaría a esto?...”

-“Eso también sería una anormalidad.”

-“Sólo es preciso que usted comprenda lo que acabamos de conversar, para que se convierta en una persona rica y feliz.


miércoles, 12 de septiembre de 2012

El general y su reliquia




Había un general que estaba en su casa apreciando su colección de antigüedades, cuando de repente casi se le cae un precioso jarrón.

-¡Oh! ¡Qué susto! 

Pensó: "Ya he dirigido millares de soldados, enfrentando diversas situaciones de vida o muerte y jamás me atemoricé. ¿Por qué será que hoy por causa de una vasija me asusté de esa manera?”. 

Finalmente, él comprendió que el hecho de tener en su mente “deseo y rechazo” era la causa de su miedo. Entonces simplemente arrojó la valiosa vasija y la quebró. 


martes, 11 de septiembre de 2012

El mudo y el papagayo




Un novicio preguntó a Zu Shou: Digamos que un individuo se ilumina pero no consigue expresarse con palabras, ¿con qué puede ser comparado? 

-Con un mudo que prueba la miel. 

-Digamos que un individuo todavía no ha alcanzado la Iluminación, sin embargo se expresa (al respecto) con palabras floreadas, ¿con qué puede ser comparado? 

-Con un papagayo parlanchín


lunes, 10 de septiembre de 2012

El ciego y la lámpara



Cuando un ciego se despedía de su amigo, éste le dio una lámpara. 

“Yo no preciso de la lámpara, pues para mí, claridad u oscuridad no tienen diferencia” -dijo el ciego. 

“Conozco al respecto, pero si no la lleva, tal vez otras personas tropiecen con usted” -dijo su amigo. 

-"Está bien" 

Luego de caminar en la oscuridad tropezó con otra persona.... 

-“¡Huy!”-dijo el ciego. 

-“¡Hay!” -dijo la persona chocada por el ciego en la oscuridad. 

-“¿Usted no vio esta lámpara?” -dijo enojado el ciego. 

-“¡Amigo! Su lámpara estaba apagada”


domingo, 9 de septiembre de 2012

Egoismo



El Primer Ministro de la Dinastía Tang fue un héroe nacional por su éxito como estadista y como líder militar. Pero a pesar de su fama, poder, y salud, se consideraba un humilde y devoto Budista. 

A veces visitaba a su maestro Zen favorito para estudiar con él, y parecía que se llevaban bien. El hecho de ser primer ministro parecía no afectar su relación, que parecía ser la de un venerado profesor y un respetuoso alumno. 

Un día, durante su visita usual, el Primer Ministro le preguntó al maestro: 

"¿Su Reverencia, qué es el egoísmo de acuerdo al Budismo?" 

La cara del maestro se volvió roja, y con una voz condescendiente e insultante, le respondió, "¿qué clase de pregunta estúpida es esa?" 

Esta respuesta inesperada impactó tanto al Primer Ministro que se quedó callado y furioso. 

El maestro Zen sonrió y dijo, "ESTO, Su Excelencia, es egoísmo".


sábado, 8 de septiembre de 2012

Lección en una cabina del avión




Una mujer blanca de unos 50 y tantos años llego al asiento que le tocaba en un avión que iba lleno de pasajeros e inmediatamente se negó a sentarse. Junto al asiento se encontraba sentado un hombre de raza negra. Disgustada, la mujer inmediatamente llamo a la azafata y le demando otro asiento. La mujer dijo "yo no puedo sentarme junto a un hombre negro." 

La aeromoza le contesto : "Permítame ver si hay otro asiento disponible."Después de checar, la aeromoza regreso y le dijo a la mujer; "Señora, no hay otro asiento disponible en clase económica, pero revisare con el capitán para verificar si existe algún asiento disponible en primera clase." 10 minutos después, la aeromoza regreso y dijo; 

"El capitán me ha confirmado que no hay asientos disponibles en clase económica pero hay uno en primera clase. Es nuestra política en la empresa nunca cambiar a una persona de clase económica a primera clase, pero viendo que podría resultar en un escándalo forzar a alguien a sentarse junto a una persona que no le es agradable, el capitán estuvo de acuerdo en hacer el cambio a primera clase.

"Antes de que la mujer pudiera decir algo, la aeromoza se dirigió al hombre de raza negra y le dijo, "Señor, si fuera usted tan amable de tomar sus artículos personales, queremos moverlo a un asiento mas confortable en primera clase ya que el capitán no quiere que usted este sentado junto a una persona desagradable." 
Los pasajeros en los asientos cercanos comenzaron a aplaudir mientras algunos ovacionaban de pie la atinada reacción del capitán y la azafata.


viernes, 7 de septiembre de 2012

Soñando




El gran maestro Taoísta Chuang Tzu soñó una vez que era una mariposa revoloteando aquí y allá. En el sueño no tenía conciencia de su individualidad como persona. Era sólo una mariposa. De pronto, se despertó y se encontró ahí acostado, una persona otra vez. Pero entonces pensó para sí mismo, "¿Era antes un hombre que soñaba ser una mariposa, o soy ahora una mariposa que sueña ser un hombre?"

jueves, 6 de septiembre de 2012

Destino




Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. 

Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo, "Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará". 

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. Después de la batalla, un teniente le dijo el general, "Nadie puede cambiar el destino".

"Es verdad", contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente, que tenía cara en ambos lados.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Concentración




Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. 

El joven demostró una notable técnica cuando le dió al ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro. "Ahí está", le dijo el viejo, "¡a ver si puedes igualar eso!". 

Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco. 

Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. 

"Ahora es tu turno", dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme. 

Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. 

"Tienes mucha habilidad con el arco", dijo el maestro, "pero tienes poca habilidad con la mente que te hace errar el tiro".


martes, 4 de septiembre de 2012

Una situación tensa





Un día mientras caminaba a través de la selva un hombre se topó con un feroz tigre. Corrió pero pronto llegó al borde de un acantilado. 

Desesperado por salvarse, bajó por una parra y quedó colgando sobre el fatal precipicio. 

Mientras el estaba ahí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero en al acantilado y empezaron a roer la parra. De pronto, vio un racimo de frutillas en la parra. Las arrancó y se las llevó a la boca. ¡Estaban increíblemente deliciosas!

lunes, 3 de septiembre de 2012

Persiguiendo dos conejos




Un estudiante de artes marciales se aproximó el maestro con una pregunta. 

"Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales. Además de aprender contigo quisiera aprender con otro maestro para aprender otro estilo. ¿Que piensas de esta idea?" 

"El cazador que persigue dos conejos", respondió el maestro, "no atrapa ninguno".


domingo, 2 de septiembre de 2012

Buda cristiano




Uno de los monjes del maestro Gasan visitó la universidad en Tokio. Cuando regresó, le preguntó al maestro si alguna vez había leído la Biblia cristiana. 

"No", respondió Gasan, "por favor léeme algo de ella". 

El monje abrió la Biblia en el Sermón del Monte de San Mateo, y empezó a leer.

Después de leer las palabras de Cristo sobre los lirios en el campo, se detuvo. El maestro Gasan permaneció en silencio durante un largo tiempo. "Sí", dijo finalmente, "quien haya pronunciado estas palabras es un ser iluminado. 

¡Lo que acabas de leerme es la esencia de todo lo que he estado tratando de enseñarte aquí!"


sábado, 1 de septiembre de 2012

El Maestro campana




Un nuevo estudiante se aproximó al maestro Zen y le preguntó como podía prepararse para su aprendizaje. 

"Piensa que soy una campana", explicó el maestro. "Dame un golpe suave y tendrás un pequeño sonido. 

Golpéame duro y recibirás un repique fuerte y resonante".